Las fortalezas árabes encontradas en Dalías podemos diferenciarlas, siguiendo a Cara Barrionuevo, en Castillos (Hisn) y Torres, según el tipo de construcción, siendo, al parecer, los primeros, anteriores a las torres.
Entre los castillos, uno se situa en El Cerroncillo , a unos 2 Km. al Sur de la actual población, junto a la rambla de Almecete . Este castillo, pese a ser relativamente de grandes dimensiones, se utilizaría principalmente como lugar de vigilancia, pues desde él se domina toda la zona del Campo de Dalías y el litoral costero. Para tal fin, en su interior existía una torre casi cuadrada de la que se desconoce su altura.
La segunda fortaleza que encontramos en nuestro término es la de El Hizán (Alhisan ó Aljizar), muy cercana a la antigua población que le da nombre. Desde ella se divisa todo el valle, el Campo de Dalías y litoral. En su entorno se pueden ver abundantes ruínas correspondientes al poblado de Alhisan. En la actualidad todo el conjunto se haya bastante destruido.
Otras construcciones que los árabes nos dejaron en abundancia son las torres, enclavadas todas en lugares elevados y bastante pequeñas por lo que solamente serían utilizadas como puntos de vigilancia. Su ubicación sobre zócalo de mampostería la justifica Cara Barrionuevo por tratarse de encofrados de mortero necesitado de ángulos rectilíneos y un acondionamiento del terreno cuando este es irregular.
Quizás la torre de vigilancia más popular entre los habitantes de Dalías, es la torre de La Garita. Desde ella se divisa todo el pueblo y su valle. De planta rectangular y muy pequeña, esta edificada sobre una plataforma de unos 3m. atravesada por una cueva. Está situada en el costado Este de la ciudad, en un cerro de 514 m. de altitud.
La torre del Cerro Jandas está localizada al Noroeste de Dalías, próxima al antiguo camino de Berja y sobre un cerro de 552 m. de altura. Es también una edificación de planta rectangular y pequeña a la que se accedía a través de una puerta adintelada y de la que aún podemos ver parte de tres de sus muros.
Por último, LA Garita de las Moriscas debió de ser una torre de similares características pero hoy está muy destruido, conservándose solo los restos de un muro. De difícil acceso, se encuentra más alejada que las demás del enclave actual de la Ciudad, y desde ella se vigilaría el camino viejo de Vícar, parte del Campo y la entrada a Dalías por los Atajuelos.
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